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Es lo primero que suelen explicar las especialistas en piel cuando se les pregunta por el secreto de un cutis luminoso, terso y sin imperfecciones: el primer e ineludible paso es la limpieza. Por eso no nos extraña nada que las francesas estén rindiendo culto a este producto desde que se creó en la década de los 50: generaciones y generaciones de mujeres han acudido a las farmacias del país vecino para adquirir Collosol, la limpiadora prodigiosa. Hoy, gracias a que actrices como Clémence Poésy, Léa Seydoux o Vanessa Paradis han hablado de él, podemos adquirlo en España. Lo ha importado Laconicum, y conviene ir apuntándose en la lista de espera para hacerse con él: ha agotado nada más llegar al "website".
El poder de convencimiento de Collosol es abrumador: Léa Seydoux ha confesado que ningún otro producto desmaquilla su rostro desde que comenzó a utilizar productos cosméticos. Es un limpiador tan efectivo y suave, que hasta Karl Lagerfeld lo recomienda: el director creativo de Chanel vuelca una botella en el agua del baño. Lo cierto es que su fórmula nació precisamente para cuidar la blanquísima piel de las actrices de los años 50: su inventor, el farmacéutico Eugène Jacq, tenía su negocio al pie del Teatro de los Campos Elíseos, y a él acudían muchas intérpretes en busca de remedios.
Para paliar el cansancio de la piel de aquellas bellas mujeres, Eugène Jacq inventó una fórmula única: mitad leche y mitad agua. Eliminaba el maquillaje (hasta el más insistente) dejando la piel tranquila y clara y, además de un aroma era suave, usarlo era facilísimo. Las actrices estaban felices. Y, ahora, también podemos estarlo nosotras, sobre todo las que tenemos una piel más susceptible y capaz de irritarse, porque el precio no puede ser más ajustado: desde 12,90 euros el tamaño pequeño. Nos apuntamos para probarla ya.
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HORÓSCOPO
Como signo de Aire, los Geminis son sociables cariñosos y divertidos. Son buenos conversadores y tenaces en sus planes y objetivos, con un punto de despiste. Pero, por la dualidad de su origen zodiacal, también pueden ponerse intensos de repente y obsesionarse con racionalizar todo lo que les rodea.