BELLEZA

Crear una cuenta
Iniciar sesiónBELLEZA
El párpado caído es uno de los problemas que más padecen las mujeres de más de 50 años, aunque puedes nacer con el ojo encapotado de nacimiento. Esto le quita apertura y amplitud a la mirada, envejeciéndola automáticamente. Y, la mejor solución actual para ello son los hilos tensores. Este tratamiento de medicina estética es de los más pedidos de los últimos años por sus asombrosos resultados en reafirmar la mirada. El antes y el después de los hilos tensores te dejará boquiabierta
Levantan la piel y la tensan, reduciendo arrugas y reestructurando la zona para que parezca que te has hecho un lifting en la mirada. El rejuvenecimiento es inmediato y se trata de una técnica mucho más fácil de practicar que otras, pero con los mismos o mejores beneficios. Si padeces de flacidez en el contorno, los expertos nos cuentan qué son los hilos tensores, cómo funcionan y todo lo que debes saber antes de hacerte el procedimiento.
El tratamiento con hilos tensores se basa en emplear unos hilos en la piel capaces de reafirmar, disminuir las arrugas, redefinir los contornos y elevar la mirada. Estos producen un efecto tensor, así como están hechos de materiales biocompatibles que se absorben en el organismo para promover la producción de colágeno natural.
«Tienen forma de hilos, es el mismo hilo que se utiliza para la sutura cardíaca. Son hilos de PDO, una microesfera que se abre y no tensan- en realidad están mal llamados hilos tensores-. Lo que hacen es crear tejido a su alrededor porque el tejido que surge está lleno de colágeno y elastina y por eso la piel tiene efecto de piel estriada al crear tejido nuevo interno», explica Carmen Navarro, directora de los centros de belleza Carmen Navarro.
Existen varios tipos, siendo los más comunes aquellos de polidioxanona (PDO). Esta clasificación depende la composición y morfología de los hilos en sí. Están aquellos espiculados, con forma dentada que cuentan con mayor agarre y se disponen en zonas que padecen de más flacidez. También los de multifilamente que ofrecen un efecto relleno para las arrugas. Y, la otra categoría es la de monofilamente, los cuales se pueden depositar en el rostro, aunque incluso se usan en áreas del cuerpo.
Lo primero es hacer un diagnóstico previo del tipo de piel, fisionomía y necesidades específicas ya que se puede necesitar de un tratamiento complementario o hacer este como tal, si queremos que no se noten una vez puestos y el resultado sea del todo natural. Una vez valorado esto, pasamos a la colocación de los hilos tensores.
Por eso, no funciona igual en todo el mundo sobre todo en aquellas con piel fina u otra condición. A colación de esto, Carmen Navarro dice «Los recomendamos en pocas ocasiones porque aunque debemos valora el tipo de hilo aplicado (PDO, espiculado… de oro para vehicularizar más rápido el producto…) no debemos olvidar que inflama la cara porque hay que poner una cantidad importante. Y cada hilo implica un pinchazo».
También especifíca que «en pieles que la arruga no tenga mucho peso tampoco los recomendamos porque no provoca un efecto lifting a pesar de la creencia popular. Puede ser una alternativa en arrugas de cuello que no se pueden rellenar con ácido hialurónico ya que funciona al crear tejido nuevo y la arruga se estira».
Como su propio nombre indica, su función tensar y levantar la piel, normalmente del rostro o decolleté, para conseguir una mejora de la firmeza visiblemente y la disminución de arrugas y líneas de expresión. Es un procedimiento con acción antiedad que trabaja a nivel cutáneo y subcutáneo para el rejuvenecimiento de los tejidos.
Debido a su composición, también favorecen la creación de colágeno y elastina que se pierden y degradan con la edad, causantes de los signos del envejecimiento, además de la estimulación de la circulación sanguínea. Como resultado, verás un efecto lifting sin perder la expresión con óvalo facial redefinido, párpado caído y ceja elevadas, piel tersa y en general, más firmeza y elasticidad. Esta mejoría se aprecia casi al instante, a la hora de haberlo hecho.
El tratamiento en sí consiste en la introducción de los hilos en la dermis con una aguja que ayuda a aplicarlos y los deja colocados. «El procedimiento consiste en insertar cada hilo como cuando enhebras una aguja, y después vas tirando haciendo efecto twist y retirando el protector que traen para que el hilo se queda dentro, insertado», indica Carmen Navarro.
Además, pueden depositarse uno o más hilos en la posición y la zona que más lo requiera, pero el número está entre cinco y quince. «Se pinchan con tensión, por ejemplo de la comisura de labio a la oreja, tensión en dirección a la oreja, siempre, hacia arriba para conseguir ese efecto tensor», aclara Carmen Navarro sobre el sistema. Como puedes ver, es sencillísimo de hacer y no tardará nada, como unos 20 minutos de duración. Además, se usa anestesia local, porque es indoloro o poco doloroso, dependiendo del umbral de cada uno y no genera molestias después.
Posiblemente notes una ligera inflamación y hematomas (estos se desvanecerán a la semana y no deja cicatriz) una vez acabado el tratamiento que no tardarán mucho en irse y es algo común por lo que no debes de preocuparte. Se recomienda no limpiar ni tocar el área donde se han depositado los hilos en un margen de más o menos doce horas tras haber hecho el procedimiento.
En ocasiones, el profesional prescribe un medicamento antiinflamatorio que tomar después del tratamiento. Si tienes la zona muy hinchada y sientes incomodidad, con aplicación suave de frío podrás aliviarlo, pero espera lo máximo posible porque como hemos mencionado, no debes tocar la zona en las horas posteriores. Además, tampoco debes exponerte al sol y conviene dormir con la cabeza incorporada.
El efecto de los hilos tensores es inmediato, pero va mejorando a medida que pasa el tiempo, sobre los tres meses de haberlos colocado. Como están hechos de material reabsorbible, desaparecen después de seis u ocho meses del tratamiento. Pero, no temas porque su resultado lifting perdurará hasta más o menos el año o año y medio.
Como todo, el coste del tratamiento dependerá del centro en el que te lo decidas realizar. Por supuesto, has de asegurarte que es un sitio certificado, con técnicas y materiales de calidad y profesionales titulados con experiencia, si no quieres que el procedimiento te salga caro en todos los sentidos. Además, también varía según el número de hilos, la zona y nuestras características específicas, por eso Carmen Navarro estima un precio entre 600 y 1200 euros.
Hay casos en los que se desarrollan alergias que pueden causar bastantes problemas, por eso siempre hay que hacer un estudio del paciente antes de realizar el tratamiento con hilos tensores. Además, Carmen Navarro nos aclara más sobre los efectos secundarios: «inflamación, básicamente y no podemos emplearlos en embarazadas, en tratamientos oncológicos o pieles que puedan estar irritadas, con eccema, eritema, dermatitis… Hay que trabajarlo sobre una zona sana y desde luego no sirve para corregir una flacidez muy marcada, necesita una cantidad muy elevada de hilos».
«Para corregir una flacidez preferimos microcorrientes, electroestimulación, gimnasia facial pasiva de los músculos faciales, combinados con radiofrecuencia y una vez que la musculatura y la piel están bien preparadas, solo entonces, si queda alguna arruga facial, podríamos recurrir a los hilos tensores», comenta Carmen Navarro.
La directora del centro de belleza CN indica que esto se haría «para dar más vida al tejido interno por si ese tejido no se ha rellenado con la radiofrecuencia o porque quizás la arruga superficial es un poco más profunda de lo que pensamos. entonces sí podríamos usarlos. Para nosotros es un coayudante, nunca lo ponemos como un tratamiento propio».