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El final del matrimonio de veinte años de la princesa Haya de Jordania y el emir de Dubai, Mohammed bin Rashid Al Maktum, fue una historia oscura, en la que la princesa, hermana del rey Abdalá de Jordania, se vio obligada a huir de su esposo por sus amenazas y su espionaje. Haya cogió a sus dos hijos, de seis y diez años, y una maleta con 40 millones de euros y dejó atrás el que había sido su reino y se instaló en Londres, en una casa en el barrio de Kensington.
En 2021, el juez otorgó la custodia de sus hijos a la princesa y ordenó al jeque que pagara a su exmujer casi 600 millones de euros, además de siete millones anuales para cada uno de sus hijos en concepto de manutención, uno de los acuerdos de divorcio más caros de la historia. Poco después, Haya se instaló con los niños en una lujosa propiedad de Gales.
A pesar del ventajoso acuerdo de divorcio, Haya tuvo que dejar atrás muchas cosas en su huida. Una de las posesiones quizá más preciadas para ella es una espectacular tiara de diamantes realizada por Cartier que perteneció a su madre, la reina Alia, tercera esposa del rey Hussein de Jordania. Haya no ha vuelto a lucir en público esta tiara desde hace ocho años.
El rey Hussein de Jordania adquirió esta bella diadema de brillantes, junto con un par de pendientes y una pulsera a juego, como regalo para la reina Alia, que la exhibió en varios retratos oficiales, en la década de 1970. Luego se la pudo ver con ella en una visita de Estado a Japón, realizada en 1976. Tras el fallecimiento de Alia, en un accidente aéreo en 1977, la Tiara Cartier fue heredada por su única hija, la Princesa Haya, que la lució, por primera vez, en una sesión fotográfica, en 1998.
La princesa Haya se la prestó en numerosas ocasiones a la reina Rania, esposa del Rey Abdalá. Rania la escogió para la ceremonia de entronización del rey, para su primer viaje oficial a Madrid, y en un viaje a Japón y a Noruega, además de en numerosos retratos oficiales. A partir de 2001, Rania utilizó habitualmente su tiara «bandeau» de diamantes de Boucheron y la diadema de las inscripciones en árabe.
La tiara Cartier tiene un diseño abstracto de pequeños rayos y no es redonda, sino que está compuesta por dos secciones que se unen en la parte alta, lo que le da aspecto de flotar sobre el cabello. Tras su matrimonio con el jeque de Dubái, Mohammed bin Rashid Al Maktum, en 2004, la princesa Haya se llevó la tiara Cartier a su nueva residencia. Allí fue fotografiada en numerosas ocasiones con ella, especialmente, en 2017, cuando usó la tiara para posar para la revista «Majesty».
El acuerdo de divorcio incluía 15 millones de euros en joyas, como indemnización por la pérdida de las suyas propias, abandonadas tras huir de Dubái. Haya declaró ante el juez que no quería ser acusada de robo. Su joyero estaría valorado en 25 millones de euros. No se sabe, a ciencia cierta, si entre esas valiosas posesiones se encontraba la tiara Cartier o si la tiene con ella en Londres. Y, salvo que la princesa asista a algún acto oficial, será difícil comprobarlo. De hecho, no asistió a la boda del príncipe heredero Hussein de Jordania, en 2023, una ocasión que habría permitido saberlo.
Haya era la menor de las seis esposas del jeque de Dubai. Estudió en el Reino Unido, primero en la escuela para chicas Badminton, en Bristol, y más tarde en Bryanston, Dorset. A continuación, se matriculó en St Hilda's College, en la Universidad de Oxford, donde se graduó con honores en Filosofía, Política y Economía. Es una gran amazona y participó, en esta especialidad, en los Juegos Olímpicos de Sidney, en 2000. Fue la primera mujer jordana en hacerlo. Es miembro del Comité Olímpico desde 2007 y embajadora de buena voluntad de Naciones Unidas.
Haya, que ha pasado largas temporadas en Madrid, conoció al jeque de Dubai Mohammed bin Rashid Al Maktum en un concurso hípico en Jerez de la Frontera, en 2002. Pero en el verano de 2019 cundió la preocupación por el estado de la princesa cuando no acudió a Ascot, como era su costumbre, con su esposo. Se la localizó en Londres con sus dos hijos –Jalila, de 15 años, y Zayed, de 11–, donde interpuso una demanda de divorcio contra su esposo y reclamó la custodia de los pequeños.
Además Haya pidió protección para ella y sus hijos y acusó al emir de intentar secuestrarla y encerrarla en la prisión de Al-Awir, a las afueras de Dubái. Haya dirige la ONG Tkiyet Um Ali (Comida para la Vida), que fundó en 2003 y que alimenta a cerca de 30.000 familias desfavorecidas en Jordania.