IN MEMORIAM
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Sin duda, su nombre estará siempre asociado a un cine muy popular, a veces denostado por la crítica, pero lo que nadie le puede negar a Mariano Ozores, que murió el 21 de mayo a los 98 años, es su gran instinto para conectar con los gustos del público. Y también la habilidad de obrar el milagro de la parábola de los panes y los peces, porque con presupuestos muy reducidos lograba una rentabilidad espectacular.
Por sus películas pasaron pesos pesados de la comedia española como Andrés Pajares, Fernando Esteso, Alfredo Landa, Concha Velasco y Juanito Navarro, y las cifras de recaudación eran espectaculares. Nadie es capaz de precisar el monto de su herencia, pero todo el mundo tiene claro que a Mariano Ozores le fue más que bien profesionalmente.
En El Mundo se han puesto en contacto con su única hija, Teresa Ozores, quien destaca que era su madre, Teresa Arcos, que falleció en 2009, quien llevaba las cuentas familiares. Asimismo, destaca que a su padre no le gustaba hablar de dinero y que ella no iba a contravenir la forma de ser de su padre a este respecto.
Teresa Ozores asegura que su progenitor ayudó a mucha gente, incluida su familia, y también reivindica su cine, al recordar una anécdota de Pilar Miró que había afirmado que Mariano Ozores hacía cine para fontaneros. Sin embargo, la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas de España sí tuvo muy clara su valía y le concedió el Goya de Honor en 2016. Un honor que comparte con la recordada Marisa Paredes, José Sacristán, Ángela Molina y Pepa Flores, entre otros.
Respecto a los datos financieros, el mencionado reportaje destaca que sigue vigente una sociedad creada por el artífice de ¡Cómo está el servicio! y El taxi de los conflictos. Tiene su origen en 1992 y se dedica a la hostelería. Una de sus nietas ha sido su socia gerente en esta sociedad que incluye diversos establecimientos como Le Chateau de L'entrecot, el Café Botanique y una panadería, todos ellos en Madrid.
También destaca que la hija del cineasta tiene varias propiedades inmobiliarias, repartidas entre Madrid y Cáceres, y también hace referencia a una extinta sociedad que se dedicaba al asesoramiento inmobiliario. El cineasta la creó en 1983 y la cerró en 2012.
Por último, hay que destacar que el domicilio familiar de los Ozores Arcos es un chalet en Arturo Soria, en Madrid, que según sus estimaciones, podría alcanzar un valor de mercado de dos millones de euros.
Resulta difícil cuantificar cuáles fueron las ganancias de Mariano Ozores, que rodó con diferentes productores, y también se desconoce cuál era su caché o si firmaba cláusulas con porcentaje de taquilla. Esto dificulta, sin duda, hacer una valoración precisa de la masa hereditaria del director.
Sea como fuere, sus casi 100 películas fueron tremendamente rentables y vistas por millones de espectadores. Será difícil que se repita un fenómeno de sus características, capaz de rodar y entregar terminada una película en muy pocos meses, con unos presupuestos muy modestos. Finalmente, su mayor logro fue que hizo y sigue haciendo reír a diversas generaciones. Porque ya se sabe, el drama suele estar muy bien valorado, pero la comedia es un género tremendamente difícil de abordar.