con mucho encanto

El pueblo medieval cerca de Barcelona que enamora a los turistas: castillo con vistas y rutas de senderismo

La localidad con más embrujo de Cataluña conserva el encanto de siglos de historia en sus peculiares edificios y sus paisajes de cuento.

Mura, Barcelona. Turisme catalunya
El pueblo medieval cerca de Barcelona que enamora a los turistas de todo el mundo
Elena Romero Vargas
Elena Romero Vargas

España está llena de pueblecitos medievales que conservan intacta la esencia de un pasado que se mantiene vivo entre sus calles. El paso de los años parece no haber afectado a estas localidades repartidas por toda la geografía nacional y pasear por sus calles es lo más parecido a viajar en el tiempo a unos pocos kilómetros de casa.

Uno de los pueblos medievales con mejor reputación de todo el país es Mura, ubicado en la provincia de Barcelona. A poco más de una hora de una de las ciudades con más turismo del país se encuentra esta localidad de menos de 240 habitantes que conquista a todos aquellos que buscan destinos tranquilos y llenos de historia.

Una de las grandes ventajas de este pueblo es su reducido tamaño, por lo que en una jornada podrás descubrir sus rincones más bonitos y visitar aquellos edificios que son parada obligatoria. Mura es uno de esos destinos en lo que si lo puedes ver todo, mucho mejor. Cada una de sus calles empedradas, de sus patios llenos de flores o de las cuestas rodeadas por edificios únicos son dignos de pararse a apreciarlos, con calma y con atención, para disfrutar al máximo de unas de las joyas del patrimonio catalán.

Pero no solo por sus edificios destaca Mura, el paisaje natural que rodea esta localidad juega un papel indispensable en la alta estima que se tiene de la misma. Mura forma parte de la comarca del Bages, junto al parque natural de Sant Llorenç del Munt y el Obac, y está situado en un valle a 450 metros de altura que hace que el entorno y las vistas del lugar sean únicos.

Vista de una calle de Mura, Barcelona. turisme catalunya

Qué ver en Mura: de su castillo a los edificios románicos

Si hablamos de Mura lo primero que se nos viene a la cabeza es su castillo. El Castillo de Mura data del siglo X y alcanzó su máximo esplendor en época medieval. Sin embargo, no tardó mucho en quedar abandonado. Ya en el siglo XVIII se hablaba de él como las ruinas de la fortaleza. No obstante, sus restos siguen siendo parada obligatoria por su importancia en la localidad y por las vistas que se ven desde allí.

Otro de los puntos famosos por sus vistas es el Mirador de l'Ajuntament. Esta plaza con un coqueto árbol milenario que la preside ofrece una panorámica ideal para contemplar en silencio y disfrutar de la calma del pueblo (eso sí, será mucho más plena si lo visitas entre semana y huyes de la masa de turistas que lo visitan en sábado y domingo).

Junto al mirador se encuentra la iglesia de San Martín, una construcción del siglo XI que se construyó en el estilo románico característico de la región. Sin embargo, un terremoto en el siglo XV obligó a reformar y cambiar buena parte de esta iglesia que, con el paso del tiempo, ha ido sufriendo más modificaciones y, por tanto, metiendo más estilos artísticos en su construcción.

Pasaje Camil Antonietti, Mura. patrimoni cultural

Uno de los detalles más característicos de las calles de Mura son sus pasos abovedados, herencia medieval que se ha ido manteniendo a lo largo de los años. Entre los más populares se encuentra el pasaje Camil Antonietti, una construcción que data del siglo XVII y que sigue la estética tradicional catalana. Está rodeado de casas de piedras que se unen en este pasaje para comunicar con los jardines que hay junto al río. Una parada ideal para los amantes de los enclaves pintorescos.

La tradición vinícola empapa la historia, la cultura y la arquitectura de la comarca del Bages. Si visitas Mura no puedes dejar de hacer la Ruta de las Tinas. En los siglos XVIII y XIX proliferó en la región la producción de vino y se construyeron junto a los viñedos construcciones cilíndricas en piedra para fermentar la uva de gran capacidad. Con la llegada de la filoxera el cultivo se vio muy afectado y estas estructuras, abandonadas. Sin embargo, en la actualidad se ha rescatado estos restos de patrimonio arquitectónico de Mura y se pueden concoer en profundidad en una ruta donde senderismo y cultura se dan la mano.

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