Dónde está el misterioso punto U femenino y cómo estimularlo para conseguir el máximo placer

Puede que hayas oído hablar de él en alguna conversación entre amigas, en un podcast o incluso en redes sociales, pero lo cierto es que el punto U sigue siendo, para muchas personas, un auténtico misterio. Algunas aseguran que es una de las zonas más sensibles del cuerpo femenino; otras dudan de su existencia o, al menos, de que tenga un impacto real en el placer sexual. La ciencia, por su parte, tampoco se pone del todo de acuerdo: hay estudios que lo mencionan de pasada, teorías que lo conectan con otras estructuras anatómicas y muchas preguntas aún sin respuesta definitiva.

Pero más allá del consenso científico o de los mapas anatómicos exactos, hay algo que sí está claro: explorar tu cuerpo (o el de tu pareja) con curiosidad, sin prisas y con ganas de descubrir, puede ser no solo placentero, sino también una forma preciosa de reconectar con la intimidad y el deseo. Buscar el punto U -ese pequeño territorio erótico situado en la zona cercana a la uretra- puede convertirse en un juego excitante, una excusa perfecta para conocerse mejor, experimentar sensaciones nuevas y romper con lo de siempre.

¿Existe realmente? Tal vez. ¿Vale la pena intentarlo? Sin duda. Porque a veces lo más interesante no es el destino, sino todo lo que puede pasar en el camino.

Se trata de una zona erógena femenina poco conocida, ubicada entre el clítoris y la entrada de la uretra. Recibe su nombre por la inicial de uretra, ya que se encuentra justo alrededor de su abertura. Hay quien lo compara con un primo pequeño del punto G, porque se dice que, al estimularlo, puede generar placer e incluso ayudar a alcanzar el orgasmo.

• ¿Dónde está exactamente? Se sitúa en la parte frontal de la vulva, entre el clítoris y la abertura vaginal, rodeando la salida de la uretra. Está rodeado por terminaciones nerviosas y glándulas parauretrales (glándulas de Skene), que pueden desempeñar un papel en la excitación y el placer sexual. Es una zona pequeña, pero en algunas mujeres puede ser muy sensible al tacto.

• ¿Desde cuándo se habla del punto U? A diferencia del punto G, que fue descrito por el ginecólogo Ernst Gräfenberg en los años 50, el concepto del punto U es mucho más reciente. Su aparición en la literatura sexual se remonta a finales del siglo XX y ha sido promovido por sexólogos y divulgadores del placer femenino. Sin embargo, aún no cuenta con el mismo reconocimiento que otras zonas erógenas bien establecidas, como el clítoris.

• ¿Por qué es importante? aunque no todas las mujeres sienten placer al estimular esta zona, cuando se acaricia de forma adecuada y delicada puede generar en muchas mujeres sensaciones intensas y contribuir al orgasmo.

Así lo asegura, por ejemplo, la sexóloga Debby Herbenick, quien ha estudiado las zonas erógenas femeninas menos conocidas y que en su libro Because it feels Good señala que, aunque el punto U no está universalmente reconocido por la ciencia médica, muchas mujeres reportan sensibilidad placentera en esa área: «Algunas mujeres encuentran que la zona alrededor de la uretra puede ser intensamente placentera cuando se estimula con suavidad».

El debate sobre su existencia, explica la sexóloga Nuria Marcos, se debe a que «no se trata de una estructura anatómica concreta como el clítoris, sino de una zona con terminaciones nerviosas y glándulas parauretrales que pueden responder a la estimulación de manera placentera. Algunas investigaciones sugieren que estas glándulas tienen una función lubricante y podrían estar relacionadas con la eyaculación femenina, aunque su papel en el placer aún no está completamente definido».

• No es tan famoso como el punto G (que también tiene sus debates).

• Algunas mujeres sí sienten placer al tocarlo, mientras que otras no notan diferencia.

• No todas las anatomías son iguales: lo que para una es superestimulante, para otra puede pasar desapercibido.

• No hay tantos estudios sobre el punto U como sobre el clítoris (el gran campeón del placer femenino).

• Confusión con otras zonas: a veces se mezcla con el punto G o con terminaciones nerviosas del clítoris, que se extiende internamente.

El punto G y el punto U son dos zonas erógenas que han generado gran interés en la sexualidad femenina. Aunque son distintas en ubicación y función, ambas están relacionadas y pueden complementarse en la estimulación para potenciar el placer.

• Punto G: se encuentra en la pared anterior de la vagina, a unos 3-5 cm de la entrada vaginal. Se cree que está relacionado con la glándula de Skene y puede ser una zona altamente sensible para algunas mujeres.

• Punto U: se sitúa alrededor de la uretra, entre el clítoris y la entrada vaginal. Su estimulación puede estar vinculada a las glándulas de Skene y a la posibilidad de la eyaculación femenina.

Si bien la sensibilidad del punto U varía de una mujer a otra, quienes lo consideran una zona erógena recomiendan estimularlo de las siguientes maneras:

• Estimulación con los dedos: aplicando suaves caricias o presión con la yema de los dedos en la zona alrededor de la uretra.

• Estimulación oral: durante el sexo oral, el contacto con la lengua en la zona puede aumentar la excitación.

Integrar la estimulación del punto U con la del clítoris y el punto G puede intensificar el placer y generar orgasmos más profundos.

• Con los dedos: al presionar la pared vaginal en dirección al ombligo (punto G) mientras se acaricia la zona alrededor de la uretra (punto U).

• Con sexo oral: durante la estimulación oral, se puede prestar atención tanto al clítoris como al área del punto U, mientras que la penetración con los dedos puede activar el punto G.

• Con juguetes sexuales: los vibradores con curvatura pueden estimular el punto G, mientras que los movimientos externos pueden trabajar la zona del punto U.

Como conclusión, la experta Nuria Marcos señala que, aun cuando el punto U no sea un concepto anatómicamente definido como el clítoris, «sí es una zona con sensibilidad que puede contribuir al placer de algunas mujeres. Dado que la sexualidad es una experiencia personal y diversa, la mejor manera de descubrir si esta zona es erógena es a través de la exploración propia y la comunicación con la pareja. Al final, el placer femenino no tiene un solo mapa, sino múltiples caminos que cada mujer puede recorrer a su manera».