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El jardín oculto en Madrid que tienes que visitar en primavera: lugar de descanso de la nobleza que parece sacado de los Bridgerton

Este es el paraje idílico a pocos kilómetros del centro de Madrid perfecto para conocer en estos meses primaverales con un paisaje de ensueño.

Quinta del Duque, El Pardo. / patrimonio nacional

Elena Romero Vargas
Elena Romero Vargas

Con la llegada del buen tiempo y el sol a Madrid, apetece hacer planes diferentes y, si son en la naturaleza, mucho mejor. Son varias las rutas de senderismo cerca de la ciudad que permiten disfrutar, descansar y desconectar en un plan divertido de un día. Sin embargo, también es posible empaparse de historia y cultura local al aire libre en esta temporada primaveral.

A menos de media hora del centro de la ciudad es posible disfrutar de una de las joyas desconocidas que esconde la capital de España y que conjuga a la perfección todos estos elementos. No es casualidad que el jardín del que vamos a hablar haya sido durante décadas uno de los lugares predilectos de la realeza para sus jornadas de recreo y que en la actualidad todo aquel que lo conoce recomiende encarecidamente su visita.

Hablamos de la Quinta del Duque del Arco, ubicada en el Monte del Pardo y actualmente pare del Sitio Real de El Pardo. El Pardo fue uno de los lugares de caza predilectos de la realeza desde la Edad Media y uno de los tesoros culturales preferidos de la Comunidad de Madrid. Además de la Quinta del Duque del Arco, este Real Sitio cuenta con el Palacio Real del Pardo, famoso por estancias como el Salón Goya o el de los espejos, o con la Casita del Príncipe, obra del mismo arquitecto del Museo del Prado .

Qué es la Quinta del Duque del Arco

El nombre original de la Quinta del Duque del Arco era el de Quinta de Valrodrigo hasta 1717, cuando Alonso Manrique de Lara y Silva, quien ostentaba este título nobiliario, la adquirió. La llegada de la realeza a este paraje vino tras la muerte del duque, cuando su viudo se lo cedió a los reyes Felipe V e Isabel de Farnesio y estos fueron quienes lo incorporaron al Real Sitio de El Pardo.

Si por algo destaca la Quinta del Duque del Arco es por sus majestuosos jardines que recuerdan a los de Zarzuela. Datan del S.XVIII y fueron concebidos como lugar de descanso y explotación agrícola. Junto con el entorno natural de gran belleza que rodea la zona, este jardín, diseñado por Claude Truchet, destaca por su trazado de influencia francesa con toques italianos y españoles. En él no solo destaca su vegetación, también ornamentos como estanques, cascada o esculturas que logran transportarte a cualquier serie de época que te haya robado el corazón.

Quinta del Duque del Arco / el pardo

Aunque los jardines sean su principal atractivo, en este espacio se encuentra también un palacete barroco que, entendido desde el conjunto en el que se encuentra, contribuye de una forma muy especial a la esencia del Real Sitio de El Pardo. Aunque no está abierto al público, este palacete destaca por la decoración de su interior, con papeles pintados franceses del S.XIX que mantienen vivo el recuerdo del pasado del país.

Por qué visitar la Quinta del Duque del Arco

Como ya te hemos comentado, actualmente solo es posible visitar los jardines, abiertos al público de lunes a domingo en un horario de 10h a 18h con entrada gratuita. Y merece la pena hacerlo especialmente en esta época del año. ¿El motivo? El esplendor de su flora en primavera.

Durante estos meses los jardines están en momento de floración y podrás disfrutar de un espectáculo natural único de colores y aromas entre setos, rosas y árboles que gozan de un cuidado especial. Además, podrás disfrutar de esa herencia barroca casi intacta que se respira en ellos y que merece la pena pararse a mirar cada detalle que esconde este jardín.

Visitar la Quinta del Duque del Arco te permitirá también adentrarte en un paraje natural único muy cerca de Madrid como es el Monte de El Pardo. No es casualidad que generaciones de reyes lo tuviesen como un sitio predilecto, pues la paz y la tranquilidad que se respira allí, junto con la flora y la fauna tan bien conservada de la zona lo convierten en el espacio ideal para descansar y gozar de una belleza única cuando necesites un respiro de la ciudad.

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