¿IRÁ LA REINA SOFÍA AL FUNERAL?

La compleja relación de Letizia con el papa Francisco: el significativo gesto que desvela el respeto de la Reina por el primer pontífice argentino

Letizia coincidió con el papa Francisco fuera y dentro del Vaticano, aunque fue su primer y único encuentro en Roma el que desveló el cariz de la relación entre la Reina y el Pontífice.

La reina Letizia y el papa Francisco siempre intercambiaron sonrisas y afecto en sus encuentros. En la foto, durante la primera y única audiencia oficial en el Vaticano, en 2015. / GTRES

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

De todas las encomiendas institucionales que Letizia Ortiz asumió a convertirse en princesa de Asturias puede que la relación con la Iglesia, en especial con el Vaticano, haya sido la más compleja. La periodista Ortiz se integró en la representación de la Corona con una mochila de vida que incluía el agnosticismo, detalle que no pasó inadvertido para el sector más tradicional de la monarquía. Sin embargo, su boda religiosa con Felipe de Borbón se celebró con total normalidad: Letizia aceptó la fe católica .

En el libro 'Ladies of Spain', el periodista Andrew Morton asegura que Letizia Ortiz dijo a las autoridades religiosas españolas que «vio la luz» cuando conoció a Felipe de Borbón. Según Morton, famoso biógrafo de Diana de Gales, la conversación se produjo tras el anuncio de su compromiso, en una reunión con el obispo sobre cuestiones de fe. Al preguntar a la futura reina por qué quería casarse por el rito católico , ella habría respondido: «Cuando conocí a Felipe vi la luz de la fe».

Pese a esta 'conversión' jamás confirmada, el pasado agnóstico de Letizia explica que la vigilancia sobre sus encuentros con el alto clero, también con el fallecido papa Francisco , y su actitud en los innumerables actos religiosos que ha atendido desde que llegara a Zarzuela haya sido intensa. De hecho, su vestuario en el primer encuentro de la entonces princesa de Asturias con el papa Benedicto XVI, una reunión en 2010 y en Santiago de Compostela, hizo correr ríos de tinta.

Letizia vistió de blanco ante el Pontífice, un privilegio que pertenece únicamente a las seis reinas y princesas católicas. Recordemos: solo las reinas de España y Bélgica y las princesas de Mónaco y Luxemburgo pueden vestir de blanco, con o sin mantilla, en presencia del Papa. El resto de monarcas, por pertenecer sus países a tradiciones religiosas no católicas, han de acudir al reglamentario negro.

Letizia fue seria con Benedicto y sonriente con Francisco

En 2014, ya proclamado el rey Felipe VI, Letizia se acogió al 'privilège du blanc' en su primera audiencia oficial con el papa Francisco en el Vaticano. Cabe reseñar que la extrema seriedad y circunspección que la Reina mostró en sus tres encuentros con Benedicto XVI mutó en naturalidad y cercanía con Francisco I. Las sonrisas y la franqueza en al trato con el Papa argentino, con el que coincidió informalmente en conferencias y congresos internacionales, desveló la cordialidad total de su relación, independientemente de la religiosidad de la Reina.

En dos fases bien distintas de su trayectoria como representante de la Corona española, Letizia Ortiz ha mostrado muy claramente su respeto hacia la jerarquía de la Iglesia. Frente a Benedicto XVI, la entonces Princesa de Asturias se santiguó y comulgó, algo que solo hizo en su boda. Durante el pontficado de Francisco I, además de responder con sencillez a su sencillo trato, procuró delegar en la reina emérita Sofía, muy creyente, los encuentros con fuerte impronta religiosa.

Tras el funeral de Benedicto XVI en 2023, la reina Sofía disfrutó de un encuentro privado con el papa Francisco, al que ya había conocido en 2015. En la foto les vemos con el ministro Félix Bolaños. / gtres

Así es: la Corona española ha delegado en la reina emérita Sofía eventos clave relacionados con la Iglesia católica, prueba de la delicadeza con la que Zarzuela trata estas citas religiosas. Sofía de Grecia fue educada en la religión ortodoxa, una Iglesia con mínimas diferencias con el credo católico que, sin embargo, no admite la autoridad del Vaticano. Fue el papa Juan XXIII quien medió para que Juan Carlos y Sofía se casaran por ambos ritos, aunque hubo ciertamente fricciones en la negociación.

Chrisostomos, entonces arzobispo de Atenas, exigió que la conversión al catolicismo de la princesa tuviera lugar después de que Sofía, primogénita de los reyes de Grecia, hubiese renunciado a sus derechos al trono, y se hubiera casado por el rito ortodoxo. Por la parte de los católicos, se exigía que la novia aceptase la obediencia al Papa antes de la boda. Eran otros tiempos, en los que los Estados asumían la religión como deber patriótico, algo que en España se desterró con la Constitución del 78 y la proclamación de una España no confesional. La religión es desde entonces un asunto estrictamente privado.

La reina emérita Sofía tuvo que convertirse en un yate

Una anécdota curiosa sobre la conversión de la reina emérita Sofía al catolicismo: se llevó a término durante su luna de miel, frente a la isla de Corfú y a bordo del yate Eros, cedido a los novios por el multimillonario armador Niarchos. Consistió en la firma de un documento de adhesión a Roma frente al arzobispo católico Printesi y Juan Carlos de Borbón, entonces príncipe de Asturias. Desde entonces, la religiosidad de Sofía de Grecia se ha manifestado en múltiples ocasiones, también en la educación fuertemente religiosa de las infantas Elena y Cristina.

El criterio de Zarzuela de favorecer la presencia de la reina emérita Sofía en los actos significadamente religiosos parece sensato y, sobre todo, ejemplifica el respeto de la reina Letizia por la Iglesia católica y los dos pontífices que ha tenido el privilegio de conocer. La reina Sofía se ha reunido en audiencia con cinco papas: Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco.

La reina emérita Sofía fue la representante de la Corona española en el funeral del papa Benedicto XVI en 2023 y también se había anunciado que acudiría este año a Roma con la misma misión, para celebrar el Jubileo de las Cofradías de mayo. No es, sin embargo, descartable que ambas reinas acudan al funeral del papa Francisco, subrayando la especial vinculación de la familia real con este pontífice. Tan, tan extraordinario, también por su facilidad para conectar con personas creyentes y no creyentes.

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