El traje perfecto de Felipe VI en el funeral del papa Francisco que ha fascinado al nieto de Kennedy

Los looks de luto de los reyes Felipe y Letizia en el funeral del papa Francisco celebrado el sábado en el Vaticano fueron tan solemnes como se podía esperar en un evento de estas características. La reina cumplió la etiqueta y vistió de negro, repitiendo el modelo que lució en el funeral de Fernando Gómez-Acebo hace un año. Pero contrariamente a lo que suele suceder, ha sido su esposo el que se ha llevado los mayores elogios con su apuesta estilística.

Especialmente efusivo a la hora de alabar su elegancia ha sido Jack Schlossberg, el hijo de Caroline Kennedy y Edwin Schlossberg, que publicó en su cuenta de Instagram una foto de Felipe VI con su traje oscuro y gafas de sol, elogiando su traje perfecto y describiendo con detalle todos sus aciertos de estilo.

John Bouvier Kennedy Schlossberg (Nueva York, 1993) es un escritor y corresponsal político. Es el único nieto del 35º presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, y de la primera dama, Jacqueline Bouvier Kennedy . En su cuenta de Instagram, donde tiene 674.000 seguidores, alterna fotos familiares y consejos de estilo con ataques a Donald Trump y su equipo y llamadas a boicotear la próxima Gala MET.

Destacando el aspecto del monarca español inmortalizado en la Plaza de San Pedro, Schlossberg constató que durante el funeral del Papa lució un traje y una corbata con nudo Half Windsor «perfectos», que destacaban su «figura atlética», «hombros anchos» y destacó que su americana tenía una solapa que quedaba «plana contra el pecho», dando incluso buena nota al puño de la camisa. También alabó que las mangas del traje estaban bien ajustadas y por último alabó la «sencillez» del look, que le pareció especialmente «eficaz».

La fotografía suscitó numerosos comentarios entusiastas entre los seguidores del corresponsal político, que en su mayoría alababan el impecable estilo de Felipe VI. «Los trajes del Rey Felipe están impecablemente cortados el 100% de las veces», comentó uno de ellos, mientras que otro añadía que «él y su mujer van siempre fabulosamente vestidos».

Esta opinión la compartía otro de los grandes gurús de la moda en redes sociales, como es Derek Guy, columnista del New York Times y la revista Esquire. El especialista en estilo publicó en su cuenta de Twitter dos imágenes de Felipe VI en el evento, junto a un emoji de pulgar hacia arriba. «Cuando se trata de moda masculina clásica, creo que es el protagonista mejor vestido», comentó en su publicación.

En otro post, fechado en julio de 2023, Derek Guy mencionaba a Jaime Gallo, el antiguo sastre del monarca, que le confeccionaba los trajes desde los once años. «Desde la muerte de Gallo en 2015, nadie sabe quién confecciona los trajes de Su Majestad», escribió el periodista. Previamente, había alabado también su elegancia con un traje gris durante una visita al Torneo de Tenis de Wimbledon asegurando que «es muy raro ver este nivel de sastrería hoy en día».

Según las indicaciones del Vaticano, el protocolo para este tipo de actos va mucho más allá del luto. Este código de vestimenta establece que en funerales tradicionales católicos los caballeros deben usar traje y corbata negra o en colores oscuros. Es decir, sí están aceptados tonos como el azul marino, como eligieron el príncipe Guillermo o el ministro Félix Bolaños.

Por eso fue muy señalado el look que eligió Donald Trump . El presidente de los Estados Unidos volvió a hacer de las suyas y no quiso pasar desapercibido entre la multitud escogiendo un traje de un azul brillante y más claro de lo establecido. Su elección de look generó una ola de críticas en redes sociales, acusándole de ser irrespetuoso y de buscar llamar la atención en un evento solemne.

También llamó la atención la elección de joyas de las reinas Silvia de Suecia o Matilde de Bélgica, consideradas demasiado ostentosas. Sin embargo, un portavoz de la Santa Sede indicó que los asistentes «usaron lo que consideraban apropiado para una ocasión tan solemne», lo que sugiere que nadie llegó a violar ninguna norma oficial.