Isabella de Dinamarca se viste de princesa de cuento en su 18 cumpleaños: un espectacular vestido de gala y pendientes de su madre

Cuando hablamos de una princesa de cuento nos imaginamos a una joven con un vestido -probablemente azul- con una falda larga y con mucho vuelo y con algún que otro brillante. Pues, literalmente, es lo que ha elegido Isabella de Dinamarca en la celebración de su 18 cumpleaños que tuvo lugar en la tarde ayer. Es decir, como si de la mismísima Cenicienta se tratase, pero en versión oscura.

Y es que, la familia real danesa se ha vestido de gala para celebrar la mayoría de edad de la segunda hija de Mary de Dinamarca y Guillermo. Y lo han hecho para asistir a un concierto multitudinario que ha tenido lugar en el Teatro Real de Copenhague y en el que la princesa ha acaparado todo el protagonismo con un espectacular look.

Aunque la celebración oficial por su cumpleaños no tendrá lugar hasta el próximo lunes, fecha en la que alcanzará la mayoría de edad de manera definitiva y en la se celebrará una multitudianaria fiesta con tiaras , Isabella ha podido disfrutar de otro acto en su nombre y su día.

Esta vez, sin diadema joya, pero con una etiqueta de gala, la familia real danesa al completo -Christian ha hecho un hueco en su formación militar para estar en este evento y no han faltado tampoco los mellizos Vincent y Josephine- se ha reunido para acompañar a Isabella en este día tan especial.

Y como era de esperar, los looks elegidos para la ocasión no han defraudado. Minutos antes de las 19:30 de la tarde, la joven llegaba acompañada de sus padres y de sus hermanos a la cita acaparando todas y cada una de las miradas. ¿El motivo? Un precioso vestido de color azul noche que dejó sin habla a muchos y que, sin lugar a dudas, ya es el más bonito que ha llevado Isabella en toda su faceta como miembro de la realeza danesa.

Era un diseño confeccionado en tul con brillos que tenía un favorecedor corte a la cintura con un cuerpo de tirantes ancho y escote cuadrado y del que salía una amplia falda en A que le hacía ser una especie de Cenicienta moderna. Un look tan especial y llamativo con el que consiguió hacer sombra a una elegantísima Mary de Dinamrca.

Y es que, la cosa no acaba ahí. Para rematar, el vestido tenía en la parte de atrás un aplique blanco de pedrería que quedaba a la altura de la parte baja de la espalda de la cumpleañera y que ponía el toque elegante a un estilismo sin peros. Y es que, estaba perfectamente combinado.

Isabella añadió un bolso de mano a juego, este era un clutch discreto que se fundía con el resto del look y que dejaba todo el protagonismo a la prenda importante: el vestido. Especial mención se merece también el peinado, un elaborado recogido de lo más elegante y con raya el medio.

El complemento que sí acaparó miradas y que tenía un significado especial fueron los pendientes. Y es que, la única joya que llevaba Isabella pertenecen a la reina Mary y van engastados con numerosos diamantes de talla brillante. Son unas piezas muy llamativas con un peso total de aproximadamente 9,50 quilates, montados en oro blanco de 18 quilates, y que la madre de la cumpleañera ha llevado en numerosas ocasiones.