Jaime de Marichalar tiene cinco hermanos, todos anónimos mediáticamente, excepto Álvaro de Marichalar. /
Nada sabemos de los hermanos de Jaime de Marichalar (62 años) , excepto de Álvaro. Un pionero, como el mismo Jaime, en su campo: los retos de navegación. En todo lo demás, habitan las antípodas. El ex duque de Lugo busca desesperadamente el anonimato. Álvaro de Marichalar, hoy de cumpleaños pues hace 64, ha sabido exprimir cada una de sus apariciones mediáticas. Sus titulares no dejan títere sin cabeza.
Entendamos las dimensiones de las polémicas que ha protagonizado el hermano más mediático de Jaime de Marichalar , algunas muy serias, otras adornadas por el mismo Álvaro con ribetes surrealistas. Hubo una estruendosa trifulca con una escritora, Sabina Urraca, con la que compartió viaje en Blablacar en 2016. El hermano del ex duque de Lugo le pidió 30.000 euros en los tribunales. No prosperó.
Hubo una detención con resistencia a la autoridad en Barcelona (en 2017), donde Álvaro de Marichalar se manifestaba contra el independentismo con fuets en la mano. Fue el final de su coqueteo con la política, una aventura de la que no salió bien parado. Había debutado en 2008 como cabeza de lista de UpyD al Congreso por Soria, pero no logró el escaño.
Hubo críticas furibundas contra la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin a cuenta del caso Nóos. El hermano de Jaime de Marichalar, aventurero de la mar vocacional, llegó a escribir y hacer pública una carta en la que, directamente, renegaba de la figura de los ex duques de Palma. En la prensa, en el periódico El País, dijo cosas como la que sigue:
«La infanta Cristina ha hecho un daño que hay que reparar. Porque ser infanta de España es una servidumbre, no un privilegio. Si ha traicionado su deber histórico con esa institución que pertenece a los españoles llamada monarquía, debería renunciar y decir: 'Me arrepiento de no haber puesto coto a ese tiparraco de marido que tengo».
En 2015, Álvaro de Marichalar también habló sobre Iñaki Urdangarin en El Mundo. Dijo: «En el momento que mintió diciendo que oía mal para escaquearse del servicio militar, era indigno para ser consorte de una Infanta de España. Así de claro hay que decirlo. El problema es que nadie lo dice, claro. Parece que todo vale y no».
Además de sus declaraciones bomba en diarios de tirada nacional o autonómica, el hermano de Jaime de Marichalar fue aliñando su controvertida figura pública con un toque de galán romántico. Posó con desparpajo en la prensa del corazón con su único amor conocido, una estudiante ucraniana casi 30 años menor con la que estuvo casado tres años. Se divorció en 2014.
Álvaro de Marichalar cumple 64 años embarcado en una vuelta al mundo en moto náutica, que reactiva ahora con una nueva etapa entre Panamá y el Canal de Suez. /
Así las cosas, no encontramos gestos de afecto fraternal públicos entre Jaime y Álvaro de Marichalar. Sin embargo, la invisibilidad del cariño no quiere decir que no exista. Aunque debido a la distancia y a la edad ambos puedan olvidarse de felicitarse el santo o el cumpleaños mutuamente, no se conoce enfado serio entre ambos. Sí distanciamiento, debido precisamente al gusto del aventurero de la mar por la notoriedad. Así se le ha preguntado en alguna ocasión a este.
«No es cierto que Jaime y yo no nos hablemos», dijo Álvaro de Marichalar a ABC en 2014. «En algún momento, como todos los hermanos, hemos tenido nuestros más y nuestros menos, pero la relación entre nosotros es buena. Yo, como hermano mayor, cuando éramos pequeños, en el internado era su protector. Nos llevamos bien. Carece de fundamento».
En 2015, respondió a la siguiente pregunta de El Mundo: ¿Cómo es su relación con su hermano Jaime, siendo él tan serio y recto?. Álvaro dijo: «Muy buena y muy cordial. De todas maneras, el hábito no hace al monje. Aunque uno parezca más convencional o formal, cada uno tiene sus cosas. Se ha rumoreado un cierto distanciamiento, pero es totalmente equivocado».
En realidad, la sospecha de tensiones entre hermanos saltó en 2008, cuando Álvaro de Marichalar se quejó amargamente de la factura que le pasaba la boda de su hermano Jaime con la infanta Elena . «No puede ser es que un hermano se convierta en una losa pesada que te cae encima y que no puedes quitarte hagas lo que hagas»; dijo a El Mundo. En 2013, todavía sufría cierta postergación por ser un Marichalar. Así lo explicó en una entrevista al diario El País.
«Lo único que te voy a pedir es que no me nombres como hermano de mi hermano. Lo puedes decir así en tu reportaje. Porque es una auténtica losa en mi vida. Fui yo quien le presentó a la infanta. Yo tenía una vida social bastante prolija. Era relaciones públicas de Pachá y de Tartufo y estaba en mi grupo de amigos. Su prima Alexia de Grecia fue mi novia. Y pasó de ser él mi hermano a ser yo el suyo. Fue trágico para mí, devaluó mi vida como pequeño empresario y como deportista».
Álvaro tiene algo de razón. A principios de los noventa, antes de que su aristocrática familia entrara en la órbita de la familia real, sus gestas deportivas adornaban su apellido. Conquistó innumerables récords para España surcando océanos con su moto acuática. Después de la boda real, el aventurero Marichalar debía recordar que antes de que Jaime fuera duque, a él ya le llamaban 'el Induráin del mar'.
«Antes, yo no me tenía que enfrentar a ningún prejuicio», explicó ciertamente compungido al periódico El País. «Y, de repente, se pensaba que me dedicaba a vivir la vida, que todo me caía por ser 'el hermano de'. Se me ha querido eclipsar cuando yo ya tenía mi camino».
Álvaro de Marichalar se ha referido muy pocas veces a su hermano Jaime de manera directa. En 2019, sin embargo, quiso defender su honor en Hola: «Cuando mi hermano Jaime sufrió un ictus, se le calumnió intentando fusilar su honorabilidad. Lejos de conseguirlo, él se llenó de fuerza, combatió heroicamente su enfermedad y venció a todo y a todos dándonos un ejemplo imbatible y poniendo en triste evidencia a todos aquellos que no supieron comportarse humanamente, educadamente, dignamente y noblemente», manifestó.
En 2023, Álvaro habló de Jaime con motivo de su 60 cumpleaños. Destacó de su carácter «la lealtad a los principios y a todas las personas, incluso a algunas personas que no merecen lealtad alguna. Aunque sólo soy dos años mayor, he protegido, protejo y protegeré siempre a Jaime», desveló a Vanitatis.
«Desde que éramos pequeños he tenido una relación excelente. Igual que ahora. Estuvimos internos en el mismo colegio, los Jesuitas de Burgos, y le ayudé en todo lo que pude cuando llegó, pues yo ya llevaba tres años y era veterano en el lugar. La mejor tarjeta de presentación de Jaime es su lealtad a los principios y el honor».
Digamos algo sobre el resto del clan, discretísimo. Amalio, actual conde de Ripalda, fue ejecutivo de una multinacional de seguros. Ana de Marichalar, restauradora y farmacéutica, está casada con el asesor jurídico, Luis Coronel de Palma y Martínez de Agulló. Ignacio, economista, apareció en la prensa al ser desahuciado junto a su mujer, María Fernanda Fontcuberta, y sus tres hijos. De Luis, el pequeño, apenas se sabe más que es piloto y está casado con María Belén Fonollá y Gil.